Empieza el día estirando: 5 minutos de ejercicio suave

02/02/2017

Seguro que en alguna ocasión te has fijado en cómo los niños se estiran cuando se despiertan. Es una técnica completamente natural y automática, que permite poner en marcha los grupos musculares de una forma suave y placentera. Desgraciadamente, bien por las prisas o por los cambios ligados a la edad, vamos perdiendo esa saludable costumbre con el tiempo, y aunque algunas personas adultas aún la conservan, es raro que se produzca de una forma involuntaria.

Es recomendable hacer una breve rutina matinal de estiramientos que asegure que los músculos y articulaciones se pongan en marcha después de un merecido descanso.

Estiramientos al despertar 

Hay muchos tipos de estiramiento, por lo que es recomendable que un profesional de la salud te recomiende los que sean acordes a tus necesidades. Ten en cuenta que cada persona tiene una postura para dormir, lo que provoca que cada uno tenga mayor o menor tensión en los grandes grupos musculares.

Como cada persona tiene unas necesidades específicas, no es buena idea recomendar tablas fijas de estiramientos, sino que lo mejor será que cada uno se centre en sus sensaciones al despertar y en los músculos que necesita estirar. Vamos a ver unas pequeñas pautas generales para que después las adaptes a tus necesidades:

  1. Todavía tumbado comienza a estirar extendiendo los brazos por encima de la cabeza e imitando el despertar natural de los niños. Cuando este gesto va acompañado de un bostezo es la mejor señal de que tu cuerpo se está poniendo en marcha. Estira las piernas de la misma forma, manteniéndolas unos segundos en tensión para aumentar el riego sanguíneo y activar las articulaciones.
  2. Sentado en el borde de la cama, gira lenta y suavemente la cabeza de izquierda a derecha y, después, de arriba a bajo. Si tienes alguna lesión cervical, consulta primero con tu médico el ejercicio más adecuado. A continuación, eleva un brazo encima de la cabeza e inclina tu cuerpo hacia el lado contrario. Mantén la posición y cambia de brazo. 
  3. Ya en pie, te recomendamos que esperes unos minutos, te laves la cara y posteriormente inicies una rutina de estiramientos pasivos: es decir, lentos, progresivos e indoloros con una duración máxima de 20 segundos, como cuando acabas de practicar ejercicio. Como ejemplo, pueden servirte los de este artículo, pero puedes buscar cualquier otra tabla que se adapte a tu tiempo y necesidad.

Consejos para realizar los estiramientos: 

 

Lo más importante, y también lo más difícil, es realizarlos a diario hasta conseguir que se convierta en un hábito, por lo que te recomendamos:

  • Dedícales un tiempo mínimo y haz que sea compatible con tus hábitos matutinos para que no te suponga un problema.
  • Ponte un recordatorio en el móvil o calendario para que te recuerde que es hora de estirar. Muy recomendable sobre todo al principio, que entre el sueño y no tener el hábito, te puedes olvidar.
  • No fuerces el estiramiento. Debe ser suave y provocar una sensación agradable.
  • Han de ser ejercicios fáciles: nada de complicados y dolorosos estiramientos que tengas que seguir en una tabla.
  • Acompañar los ejercicios con tu música favorita hace mucho más placentero el ejercicio y, por tanto, será más fácil que lo hagas todas las mañanas. ¡Seguro que empiezas el día de buen humor!

Por último, queremos recordarte la importancia de acompañar estos ejercicios con un saludable y energizante desayuno que te permita salir de casa con la energía a tope para disfrutar del día como se merece.