Osteoporosis: una enfermedad que debilita los huesos

07/06/2018
Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad crónica y progresiva caracterizada por una pérdida de masa ósea, que debilita los huesos y los vuelve porosos, frágiles y propensos a fracturarse.

Se trata de una patología muy prevalente, con tres millones de personas que la padecen en España. De los mayores de 70 años, cuatro de cada diez mujeres y uno de cada diez hombres la sufren.

La consecuencia más grave de la osteoporosis es la fractura. Se calcula que una de cada seis mujeres y uno de cada diez hombres mayores de 70 años sufrirá una fractura osteoporótica.

La osteoporosis, una enfermedad silenciosa

Los huesos de nuestro cuerpo llegan a su máximo desarrollo a los 30 años, luego comienza lentamente el proceso normal de envejecimiento, del que no solemos darnos cuenta hasta que somos ancianos y empezamos a sentir dolores de manera más frecuente. Fuera de este ciclo normal de envejecimiento, los huesos pueden debilitarse antes de tiempo y se vuelven más susceptibles a fracturas, sobre todo las muñecas, la columna, la pelvis y la cadera, dando lugar a la osteoporosis.

Esta enfermedad que, literalmente significa "hueso poroso", genera una disminución de la densidad y calidad de los huesos. Esta pérdida es silenciosa y progresiva, sin síntomas ni dolor aparente hasta que se produce la primera fractura.

Factores de riesgo

Aunque cualquier persona puede desarrollar osteoporosis, es más común en mujeres adultas, y existen algunos factores de riesgo que se deben tener en cuenta:

  • Envejecimiento
  • Menopausia: la mujer sufre una pérdida más marcada de la densidad minera ósea durante los 10 años posteriores a la menopausia, debido a la disminución de los niveles de estrógenos (hormonas femeninas).
  • Antecedentes familiares
  • Afecciones médicas: algunas dolencias articulares, como la artritis reumatoide, se asocian con un aumento en el riesgo de padecer osteoporosis.
  • Baja densidad ósea
  • Dieta pobre en calcio
  • Exceso de tabaco y alcohol
  • Vida sedentaria

Síntomas y diagnóstico

La primera vez que se detecta la osteoporosis suele ser cuando aparece una fractura, pero si se tiene algún factor de riesgo es conveniente consultar a un médico. Él decidirá si hace falta realizar alguna prueba diagnóstica, como una densitometría ósea, que mide la masa ósea y permite realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad.

¿Cómo se trata?

Una densitometría estimará qué riesgo tienes de sufrir una fractura en los próximos diez años. Si es bajo, posiblemente el tratamiento se enfocará en modificar tus factores de riesgo y prevenir caídas. Si es alto, además el médico podrá recomendarte tratamiento farmacológico.

En el caso de las mujeres, la ingesta de complementos alimenticios con fitoestrógenos y la vitamina D, especialmente después de la menopausia, puede ayudar a mantener la densidad ósea. No obstante, será el médico quien valorará el mejor tratamiento para cada paciente.

¿Cómo prevenirte?

Una buena alimentación y una vida activa son esenciales para mantener unos huesos saludables. Aunque un 60% de la densidad ósea se defina por factores genéticos, se puede actuar sobre el 40% restante. Hay cinco maneras de prevenir o retrasar la aparición de la osteoporosis:

  1. Dieta: una alimentación saludable, equilibrada y en cantidades suficientes, es vital para mantener los huesos sanos y prevenir el exceso de peso.
  2. Eliminar ciertos hábitos: dejar el tabaco y el consumo de alcohol puede retrasar la pérdida de la densidad mineral ósea.
  3. Consumir calcio: las personas de 18 a 50 años necesitan consumir 1.000 miligramos de calcio por día, que pueden cubrirse con entre tres y cuatro raciones de lácteos. Una ración equivale a un vaso de leche, dos yogures, una porción de queso curado o una tarrina pequeña de queso fresco. Esta cantidad diaria aumenta a 1.200 miligramos, es decir, cuatro o cinco raciones de lácteos, cuando las mujeres pasan de los 50 años, y los hombres de los 70. Para cumplir con estas recomendaciones, se recomienda incluir en la dieta productos lácteos descremados, vegetales de hojas verdes oscuras (como el brócoli, la col o las espinacas), pescados como el salmón, las sardinas o los boquerones enteros (enlatados) y productos de soja enriquecidos (tofu).
  4. Consigue vitamina D, ya que mejora la capacidad del cuerpo para absorber el calcio. Se aconseja exponerse a la luz solar durante periodos cortos de entre 10 y 15 minutos y consumir entre 15 y 20 microgramos (lo equivalente a 600-800 unidades internacionales) de vitamina D mediante la dieta. En caso de no llegar a las cantidades recomendadas, se puede recurrir a la suplementación mediante complementos alimenticios o medicamentos de prescripción.
  5. Ejercicio: nadar, andar en bicicleta y caminar ayudan a mantener huesos fuertes y a retardar la disminución de la masa ósea.

La osteoporosis es una enfermedad tratable y con la combinación de cambios en el estilo de vida y un tratamiento médico adecuado pueden evitarse numerosas fracturas.