Guía básica de salud para el verano

22/06/2017

Ya está aquí el verano, tan anhelado por todos durante los fríos meses de invierno. Los días son largos, brilla (y quema) el sol, vamos a la piscina, salimos, comemos y bebemos más. Para que seas tú y no tu salud la que se vaya de vacaciones, aquí tienes algunos consejos.

Protégete del sol

A todos nos sienta bien el bronceado; afortunadamente, ponerse moreno es compatible con protegerse contra las radiaciones solares, el principal factor de riesgo del cáncer de piel. Solo hay que seguir algunas pautas para tomar el sol de forma saludable:

  • No lo hagas durante las horas centrales del día ya que es cuando el sol es más intenso y perjudicial.
  • Utiliza un protector solar adecuado para tu piel, que bloquee los rayos UVA y UVB (los más nocivos). Aplícalo en cantidad suficiente al menos 30 minutos antes de exponerte al sol y renuévalo cada 2 horas. Si vas a bañarte, usa uno resistente al agua y renuévalo al salir.
  • Los fotoprotectores físicos (ropa, sombrero...) son también importantes, sobre todo si trabajas al sol. Y no olvides las gafas: las radiaciones también perjudican los ojos.
  • Mucho cuidado con el golpe de calor.

La otitis externa, enemiga de los bañistas

¿Sabes que la humedad es uno de los principales factores de riesgo de la otitis externa, es decir, la conocida como infección de oído? Por eso se denomina también otitis del bañista y es más frecuente en verano.

Produce dolor (sobre todo al tocar el oído), inflamación y, a veces, secreción amarillenta por el conducto auditivo. Se trata con gotas de antibiótico, que debe prescribir el médico.

Para prevenirla, puedes seguir los siguientes consejos:

  • Báñate con tapones especiales para el agua y sécate la parte externa de los oídos al salir.
  • Nunca introduzcas nada dentro del conducto auditivo. Solo favorecerás las infecciones y la producción de más cera.
  • Si ya has sufrido una otitis, no dejes que entre agua en el oído al menos durante 3 semanas.

 

La cistitis también es más frecuente en verano

La infección de la vejiga (o cistitis) es más frecuente en verano porque las altas temperaturas y la humedad favorecen el crecimiento de las bacterias que la causan. Otros factores que la propician son las relaciones sexuales, el embarazo, la menopausia, la diabetes, las alteraciones de las vías urinarias y los factores genéticos, entre otros.

Provoca dolor o escozor al orinar, ganas continuas de orinar, y de hacerlo muchas veces pero en muy poquita cantidad. Debes consultar con tu médico si tienes estos síntomas.

Para tratar de prevenirla, sigue estas medidas:

  • Bebe mucho líquido para orinar más y así arrastrar las bacterias.
  • Cámbiate el bañador mojado por uno seco al salir del agua.
  • No te aguantes las ganas de orinar.
  • Mantén la higiene de la zona, pero no de forma excesiva.
  • Siempre límpiate de delante hacia atrás, para no llevar las bacterias del ano hacia la uretra.
  • Orina justo después de tener relaciones sexuales, para eliminar las bacterias.

 

El pie de atleta

¿Adivinas por qué los hongos en general, y los de los pies en particular, son más frecuentes en verano? Una vez más, el calor y la humedad —por los baños y el sudor— son los principales culpables. También lo es andar descalzo por las piscinas y vestuarios públicos.

El pie de atleta o tiña de los pies se caracteriza por picor, enrojecimiento y descamación, sobre todo entre los dedos de los pies. Para prevenirlo:

  • Sécate muy bien los pies, sobre todo entre los dedos.
  • En la las zonas públicas, usa calzado adecuado, como chanclas.
  • Evita el calzado cerrado que favorezca el sudor: huye del plástico y otros materiales que no transpiran.
  • Usa tus propias toallas.

Cuidado con los papilomas

No solo los hongos acechan en los lugares públicos, como piscinas, vestuarios o gimnasios; también las verrugas plantares (vulgarmente conocidas como papilomas) pueden contagiarse en estos lugares.

Es una lesión dolorosa, parecida a una callosidad, que aparece con más frecuencia en la planta de los pies. Suele tener múltiples puntitos negros en su superficie. Está causada por el virus del papiloma (VPH) de tipo 1, y se trata «quemándolo». Tu médico sabrá cuál es la mejor forma de hacerlo.

Para evitarlo, no andes descalzo por piscinas y otros lugares públicos.

Adiós a las picaduras de los mosquitos

No solo son molestas, sino que en ocasiones pueden ser peligrosas porque pueden infectarse; además, los mosquitos pueden transmitir enfermedades. En este post, te dejamos algunos consejos para evitar las picaduras.

Recuerda que existen diversos tipos de repelentes, tanto naturales (derivados de las plantas) como químicos. En Kern Pharma disponemos de un repelente de insectos apropiado tanto para niños como para adultos.

Tu sistema digestivo también puede disfrutar del verano

Los excesos del verano pueden pasar factura a tu sistema digestivo, pero con unas pautas sencillas es posible pasar esta época sin causar estragos a tu estómago:

  • Las comidas copiosas se llevan muy mal con el calor. Si algún día no puedes evitarlas, al menos compensa los platos pesados con alimentos más ligeros el resto del día.
  • Las bebidas fresquitas son una delicia en verano, pero las que tienen azúcar y gas, el alcohol, el café o el té, te pueden irritar el estómago.
  • Extrema la higiene de las manos y los alimentos para evitar tener gastroenteritis, tan frecuente en esta época. Si tienes diarrea o vómitos, hidrátate con suero oral, que se compra en las farmacias. Si persiste, acude a tu médico para que te ayude a tratarlos.

Viaja seguro

Algunas precauciones durante los traslados estivales:

  • Los niños deben viajar en sillas homologadas. Lleva juegos o películas para que se entretengan. Este es un buen momento para dejarles el móvil o la tableta (si no se marean). Si es posible que algún adulto viaje detrás con ellos, mejor, así el conductor no se distrae.
  • No comas demasiado antes de viajar ni durante el trayecto y, por supuesto, no pruebes el alcohol. Tus reflejos te lo agradecerán.
  • Cuidado con los medicamentos que tomas, pues algunos, como los antihistamínicos o los relajantes musculares, pueden dar sueño.

 

Tienes todo el verano por delante. ¡Disfrútalo!