Periodontitis: una infección que se puede prevenir

05/11/2020
Periodontitis

¿Sabías que 1 de cada 3 españoles adultos presentan enfermedad periodontal? La periodontitis es una de las enfermedades crónicas más habituales, y la principal causa de que el 30% de las personas de entre 65 y 74 años hayan perdido todos sus dientes.

¿Qué es la periodontitis?

Existen diversas patologías bucales que a menudo se confunden, como la gingivitis, la periodontitis y las caries.

Tanto la gingivitis como la periodontitis son enfermedades de las encías que pueden afectar al diente. La gingivitis es en sí misma una inflamación de las encías, a menudo causada por un acúmulo excesivo de placa bacteriana. Si no se le pone solución a la gingivitis y se deja que prospere, puede acabar en periodontitis.

La periodontitis, por tanto, es una infección grave de las encías que daña tanto el tejido blando como el hueso si no se trata adecuadamente. Cuando la inflamación crónica de las encías causa daño en el hueso y los ligamentos que sujetan al diente, acaban por perderse las piezas dentales.

Fases de la periodontitis

¿Cómo saber si tengo periodontitis?

Normalmente, las encías deben ser de un color rosa pálido y firmes al tacto, sin huecos entre el tejido y el diente. Si esto no es así, puede haber algún problema en ellas. Los síntomas de enfermedad periodontal son:

  • Encías inflamadas, de color oscuro o rojo, que presentan molestias al tacto y que pueden sangrar fácilmente. A veces también se puede observar pus entre los dientes y las encías.
  • Mal aliento.
  • Sangrado al cepillarse los dientes o al usar hilo dental.
  • Dolor al masticar.
  • Los dientes se sienten “flojos” o, incluso, se llegan a caer.
  • Los dientes se “alargan” y separan entre sí. Esto se debe a que la encía se retrae, dejando más diente al descubierto y abriendo el espacio entre ellos.

Si tienes alguno de estos síntomas, acude pronto al odontólogo: revisará tu situación y te ofrecerá un plan de tratamiento acorde a tus necesidades.

Cuida tus dientes para cuidar de tu salud

La periodontitis es una enfermedad crónica que, si no se trata adecuadamente, va progresando hacia un aumento de su severidad. Las posibles complicaciones incluyen la formación de abscesos, infección y pérdida de hueso, caída de los dientes.

Aunque cualquier persona puede desarrollar una periodontitis, existen factores de riesgo que hacen más probable que aparezca este problema:

  • El tabaquismo aumenta entre 2 y 7 veces el riesgo de desarrollar enfermedad periodontal.
  • El consumo frecuente de alcohol aumenta un 40% las probabilidades de desarrollar periodontitis.
  • La diabetes duplica el riesgo de periodontitis.
  • La obesidad también aumenta el riesgo de periodontitis.
  • Las personas mayores de 40 años padecen periodontitis con mayor frecuencia.
  • El sexo: los hombres sufren periodontitis más a menudo que las mujeres.
  • El estrés supone un 43% más de riesgo de enfermedad periodontal.
  • El síndrome de boca seca es también un factor de riesgo para la periodontitis.

Tratamientos y prevención de la periodontitis

Como en otras muchas ocasiones, la prevención es el mejor tratamiento para la periodontitis. Por eso, lo más adecuado es actuar antes de que aparezca el primer síntoma y poner en práctica los siguientes consejos:

  • Mantener una buena higiene bucodental: cepillado de dientes al menos dos veces al día, uso de hilo dental y enjuagues con colutorio si es necesario.
  • Mantener un estilo de vida saludable evitando alcohol y tabaco.
  • Realizar limpiezas dentales y revisiones periódicas con el odontólogo.

El tratamiento de la periodontitis puede ser complejo, especialmente si se encuentra en estado avanzado. Incluye tratamientos farmacológicos, así como tratamientos quirúrgicos, como injertos y cirugía de reparación de las encías. No obstante, los primeros tratamientos y más frecuentes incluyen:

  • Fármacos para combatir la infección. Permiten reducir la placa bacteriana de forma directa. Dependiendo del estado de la infección, es el primer tratamiento que se da antes de realizar ninguna intervención en la boca. Puede tratarse de enjuagues o geles, o bien de medicamentos orales.
  • Se trata de eliminar el sarro que hay depositado tanto en las zonas visibles como no visibles, ya que en la periodontitis éste puede acumularse debajo de las encías.
  • Alisado radicular. Consiste en alisar las superficies de las raíces dentales, es decir, la zona no visible por debajo de la encía. Esto previene la formación de nuevo sarro, elimina las bacterias incrustadas y retira los compuestos que favorecen la inflamación y dificultan la cicatrización.

Si ya has notado algún síntoma de gingivitis o periodontitis, acude a tu odontólogo tan pronto como te sea posible: atajar esta enfermedad aún es posible y, cuanto antes se inicie el tratamiento, mayores probabilidades hay de controlarla con las mínimas secuelas.