Colesterol bueno, colesterol malo y triglicéridos

06/03/2020
Colesterol bueno, colesterol malo y triglicéridos

Al acudir a la revisión médica periódica, el número más temido en los resultados del análisis de sangre es el del colesterol total. Es una molécula esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo, pero ¿sabemos realmente lo que hace? y ¿sabemos cómo podemos controlarlo?

¿Qué es el colesterol?

El colesterol es una sustancia grasa que forma parte de las células de nuestro organismo en condiciones normales. Es una sustancia importante para la formación de los ácidos biliares que ayudan a digerir las grasas. Está también involucrado en la formación de hormonas sexuales y tiroideas. Además, el colesterol ayuda en la formación de vitamina D que forma nuestro cuerpo al exponerse a los rayos del sol.

El colesterol se absorbe de la dieta, pero también se produce en nuestro propio organismo, concretamente en el hígado. Es tan importante vigilar lo que comemos como nuestra salud general para mantener el colesterol a raya, pero ¿son todos los tipos de colesterol perjudiciales?

Tipos de Colesterol

Para conocer los distintos tipos de colesterol, debemos saber que el colesterol no se disuelve en la sangre, y que se transporta mediante unas proteínas denominadas lipoproteínas. Según el tipo de lipoproteínas que estén transportando el colesterol, este se clasifica comúnmente en colesterol bueno o malo:

  • LDL o Lipoproteínas de baja densidad, también conocidas como colesterol malo, son las encargadas de transportar el colesterol a las distintas partes del cuerpo para su utilización.
  • HDL o Lipoproteínas de alta densidad, también conocidas como colesterol bueno, se encargan de recoger el colesterol de las distintas partes del cuerpo y transportarlo al hígado para que sea eliminado a través de la bilis.

Si existe un exceso de colesterol LDL (colesterol malo) en la circulación sanguínea, el riesgo de su acumulación y la formación de placas de ateroma es mayor. Concretamente, el colesterol LDL circulante puede oxidarse, y en esta forma, el colesterol LDL-oxidado tiene una tendencia mucho mayor a la acumulación.

Por el contrario, niveles altos de colesterol HDL (colesterol bueno) están asociados con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, debido a que se realiza correctamente el transporte extra de colesterol al hígado para su eliminación.

Como conclusión, un alto nivel de colesterol LDL (colesterol malo) sumado a un bajo nivel de colesterol HDL (bueno) supone un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.

Los Triglicéridos

Los triglicéridos también son unas sustancias grasas que, de la misma forma que el colesterol, se transportan mediante lipoproteínas. También se absorben, en parte, de la dieta, y en parte se producen en el hígado. Los triglicéridos se transportan a las partes del cuerpo donde se utilizan como reserva de energía, especialmente para cubrir las necesidades energéticas de músculos y cerebro.

Alimentos asociados a unos niveles altos de colesterol y triglicéridos

Los niveles de colesterol LDL pueden elevarse por un consumo excesivo de: ácidos grasos trans, que son un tipo de grasas insaturadas, generalmente presente en productos de bollería industrial o aceites refinados. Además, consumir este tipo de productos está asociado a una reducción de colesterol bueno en sangre. Por otra parte, el consumo de productos de origen animal que contienen, de por sí, un alto nivel de colesterol puede contribuir a un elevado nivel de colesterol LDL en sangre.

Las causas más frecuentes de un aumento de triglicéridos en sangre son el exceso de alcohol y una dieta muy alta en hidratos de carbono, sobre todo si son refinados.

Es decir, en general, el consumo de alimentos muy procesados, que son altos en hidratos de carbono y que contienen aceites y grasas refinados están asociados a un aumento de colesterol malo y triglicéridos.

Alimentos que contribuyen a mantener unos niveles de colesterol saludables

El consumo de ácidos grasos omega-3 en forma de suplementación o en alimentos que lo contengan, contribuye a mantener los niveles normales de colesterol. Los ácidos grasos omega-3, entre los que se destacan el DHA (docosahexaenoico) o el EPA (eicosapentaenoico), se presentan en alimentos como las nueces, en algunos aceites vegetales como el de aguacate o coco (sin refinar), y en algunas verduras como las coles de Bruselas o las espinacas. Cabe destacar que la principal fuente de DHA y EPA es el pescado azul como, por ejemplo, el atún, el bonito, el salmón o la sardina.

Por otra parte, la monacolina K, presente en el arroz de levadura roja, ayuda a mantener unos niveles saludables de colesterol en sangre, y el extracto de olivo rico en hidroxitirosol, evita que el LDL se oxide (oxidado tiende aún más a acumularse formando taponamientos). Ambos, junto con el extracto de uva y resveratrol, que contienen polifenoles y antocianinas, están presentes en la fórmula exclusiva de OXICOL, que es un complemento alimenticio que te ayuda a mantener unos niveles de colesterol beneficiosos para la salud.

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