Heridas y golpes en los niños: ¿cómo actuar?

23/06/2020
Golpes y heridas en niños

Los niños corren, se caen, se golpean, se levantan, se vuelven a caer… no paran nunca. Los golpes, las heridas y los pequeños cortes están a la orden del día, sobre todo en verano, cuando hay más tiempo para jugar al aire libre. Es imposible evitar que nuestros hijos se lastimen mientras corretean, pero lo que sí puedes hacer es aprender a resolver lesiones y heridas leves, minimizar los riesgos y saber cuándo es necesario acudir a un médico.

De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría, las lesiones no intencionadas generan 1 de cada 5 consultas que se atienden en los servicios de urgencias pediátricas de España. Las caídas son el 42% de estas visitas (la mayoría desde la propia altura del niño), seguidas de los golpes (22%), y las lesiones deportivas (20%). Las edades contempladas en estas estadísticas van de 0 a 16 años. El hogar es el lugar donde más ocurren estos accidentes, siendo la sala de estar y la habitación los más frecuentes. En el 39% de las lesiones que tuvieron lugar en casa o en el colegio no había presente ningún adulto.

Con relación a las edades, los más propensos a sufrir golpes son los pequeños de entre uno y tres años (cuando comienzan a caminar) y entre los 10 y 12 años (porque empiezan a adoptar una actitud de mayor riesgo).

¿Qué sucede cuando un niño se golpea?

La mayoría de los golpes se producen por una caída, en un juego o en un accidente de tráfico, y pueden generar desde un simple chichón hasta una contusión grave. Lo primero que hay que observar es si el golpe ocurrió en la cabeza o en cualquier otra parte del cuerpo. Si fue un golpe leve en la cabeza, aplica frío en el lugar donde aparezca un hematoma y observa al niño durante las siguientes 24 horas. Debes acudir a urgencias cuando:

  • El niño tiene menos de tres meses de edad
  • La herida sufrida está abierta y necesita puntos de sutura
  • El niño ha perdido el conocimiento (aunque sea por un período de minutos)
  • Presenta vómitos o llanto incontrolable
  • No puede quedarse dormido o tiene un comportamiento extraño
  • Tiene movimientos raros con los ojos, cara o extremidades
  • Aparece un chichón grande.

Si el golpe fue en otra parte del cuerpo, como en las extremidades, lo recomendable es:

  • Aplicar frío sobre la zona golpeada
  • Comprimir durante 10 minutos, para evitar el hematoma
  • Elevar la zona golpeada para disminuir la hinchazón

Si hay mucho dolor, inflamación, o alguna deformidad en la extremidad, entonces conviene acudir a un centro médico. En el caso de un golpe en el abdomen, observa cómo evoluciona (si pasa o no el dolor) e ir al médico si hay dolor intenso, vómitos reiterados, hinchazón del abdomen, o sangre en la orina. En el caso de una contusión en el pecho, hay que ver cómo evoluciona y acudir al médico si existe dificultad al respirar o si hay sangre al toser.

¿Qué sucede cuando un niño se lastima?

Los cortes o rozaduras provocan que se rompa la piel, lo que puede generar un sangrado y una posterior infección. En principio, debes verificar qué tipo de herida tiene el niño: puede ser un corte superficial en el que solo le sale sangre, un corte más profundo en el que puede haber más tejidos lastimados o una rozadura (solo se ve algo de sangre). Ante esta situación, sigue los siguientes pasos:

  1. Detén la hemorragia.
  2. Limpia la herida para que no se infecte.
  3. Busca atención médica si hay signos de alarma.
  4. Pregunta por la inmunización contra el tétanos.

Si es un corte pequeño con poco sangrado:

  • Limpia la herida con agua y seca con una gasa estéril. Luego lava con jabón, enjuaga y seca. Cubre la herida con un apósito adhesivo estéril. Se formará una costra, que luego cicatrizará y caerá.

Si el corte sangra de manera abundante:

  • Lava la herida con agua y coloca una gasa estéril para cubrir la herida. Aplica presión directa sobre ella y mantén la zona dañada más alta que el corazón. Si no para de sangrar (se empapa la gasa), aplica otra gasa encima de la anterior y sigue realizando presión. No debe retirar la gasa anterior. Acude a un centro médico.

Si en la herida hay un cuerpo extraño u objeto incrustado:

  • Lava la herida con agua. Si hay cuerpos extraños superficiales como trocitos de cristal o arena, puedes intentar sacarlos con unas pinzas o con los dedos, enjuagando después con agua fría. No intentes arrancar objetos firmemente incrustados en la herida, ya que podría dañar el tejido y agravar la hemorragia. Si hay hemorragia, contrólala aplicando presión a cada lado del objeto, sin presionar el objeto contra la herida.

Si hay una herida con amputación:

  • Controla el sangrado aplicando presión y elevando la parte dañada, aplica un apósito estéril y evita el contacto directo con hielo. Envuelve la parte amputada en plástico doméstico o bolsa, ponlo en un envase con hielo picado y agua al 50%. Acude a un hospital.

Señales de alarma

Ten en cuenta estas situaciones para evaluar si tienes que acudir a un servicio de urgencia:

  • Si el sangrado de una herida no se detiene tras 5 minutos de presión o la herida comienza a sangrar nuevamente.
  • La herida tiene bordes muy separados o es profunda: pueden haberse dañado nervios o tendones.
  • La herida tiene un objeto incrustado
  • Si la herida se presenta en el cuello o el rostro
  • Si hay amputación parcial o total de un miembro.
  • Si la herida fue causada por la mordedura de un animal

Si hay signos de infección como inflamación, enrojecimiento, dolor y sensación de calor, presencia de pus, inflamación de los ganglios de cuello, axila o ingle, o fiebre

Cómo prevenir los golpes y las heridas

Si bien es una tarea muy difícil la de prevenir que los niños se accidente, conviene que tengas en cuenta las siguientes recomendaciones.

Si tu hijo es menor de dos años:

  • Adapta las barandillas de la cuna a la edad del niño.
  • El uso del andador aumenta el peligro de accidentes porque el niño se mueve más y más deprisa.
  • Coloca barreras protectoras en los extremos de las escaleras.
  • No coloques al bebé delante de una ventana o de muebles a los que pueda trepar.
  • Sujeta a la pared aquellos muebles a los que el niño pueda trepar.
  • No dejes al niño solo en el baño ya que podría resbalar y golpearse, incluso ahogarse.
  • Vigila al niño cuando esté próximo a una piscina.
  • Cuida de que no estén al alcance de los niños cuchillos, tijeras y otros elementos cortantes.

Si tu hijo tiene más de dos años:

  • Coloca barandillas altas en las terrazas y balcones, y una red en estos últimos.
  • Las ventanas de las habitaciones deben tener un cierre de seguridad y disponer de rejas (o una red).
  • Los niños pequeños nunca deben utilizar el ascensor cuando están solos.
  • Cuando ande en bicicleta, que use casco y rodilleras.
  • Enséñale pronto a cruzar las calles y a usar los semáforos.
  • En el coche, los menores de 12 años deben ir siempre sujetos con sistemas de retención adecuados a su edad y peso.
  • Enséñale a nadar cuanto antes.
  • No dejes que se acerque solo a animales desconocidos.