Leucemia y linfoma: cáncer de las células sanguíneas

09/12/2019
Leucemia y Linfoma

Aunque las palabras leucemia y linfoma sean conocidas, quizá no se sepa qué significan exactamente. Todos los años, en septiembre, se celebra el Día Mundial del Linfoma (15 de septiembre) y el Día Mundial de la Leucemia (22 de septiembre), y es durante esas fechas cuando la concienciación a la sociedad sobre estas enfermedades se hace más visible. También desde Kern Pharma, cada año se ayuda a los pacientes y a sus familias mediante una donación colectiva a las organizaciones que luchan contra la leucemia. En los últimos años la donación ha sido para la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, un instituto de investigación contra la leucemia que lleva más de 30 años trabajando en este ámbito.

¿Qué es la leucemia?

La leucemia es un tipo de cáncer. El cáncer aparece cuando un grupo de células malignas prolifera sin control en alguna parte del cuerpo, invadiendo los tejidos adyacentes y dificultando la acción de las células sanas. Cada tipo de cáncer se denomina en función del tejido original donde se forma. Así, por ejemplo, una masa de células malignas en el pulmón, origina un cáncer de pulmón. En el caso de la leucemia, sin embargo, no existe un tumor propiamente dicho; aunque haya un grupo de células malignas, estas no se agrupan formando un tumor sólido. Las células implicadas en la leucemia son las células sanguíneas, por lo que comúnmente se habla del “cáncer de la sangre” y el médico especialista en las enfermedades de la sangre es el hematólogo. A su tarea asistencial sumamos una intensa labor investigadora y de desarrollo de nuevos procedimientos para el control de estas patologías.

Hay distintos tipos de leucemia, pero en general se origina cuando un grupo de células sanguíneas, normalmente los glóbulos blancos o leucocitos, no se desarrollan correctamente, dando lugar a células sanguíneas anormales que se dividen sin control. Si las células sanguíneas no funcionan correctamente, no podrán desempeñar las tareas que en condiciones normales deberían llevar a cabo:

  • Los glóbulos blancos no podrán realizar sus funciones inmunitarias o de defensa y nuestro cuerpo quedará expuesto a las infecciones u otras enfermedades.
  • Los glóbulos rojos, encargados de transportar oxígeno a todas las partes del cuerpo, no lo harán con la misma eficacia.
  • Las plaquetas, que juegan un papel importante en la coagulación de la sangre, no podrán coagular la sangre con eficacia en caso de hemorragia.

Todas estas células se generan en la médula ósea y una vez han madurado, pasan a la sangre para desempeñar su función. Según el progreso de la enfermedad, distinguimos entre leucemia aguda o crónica:

  • Leucemia aguda: las células se multiplican muy rápidamente, dando lugar a células muy inmaduras que no pueden realizar bien sus funciones. Esto hace que los síntomas se manifiesten muy rápidamente y se necesite un tratamiento inmediato.
  • Leucemia crónica: las células se multiplican de forma más lenta, dejando que el cuerpo genere también glóbulos blancos funcionales. Muchos pacientes permanecen asintomáticos y no se requiere un tratamiento inmediato.

La leucemia aguda es más común en niños, mientras que la crónica lo es más en adultos.

También se diferencian los tipos de leucemia según al tipo de células que afecte:

  • Leucemia linfoide: afecta a las células precursoras de los linfocitos, un tipo de glóbulos blancos.
  • Leucemia mieloide: afecta a los precursores de las células mieloides (glóbulos blancos, rojos y plaquetas).

El médico especialista en las enfermedades de la sangre es el hematólogo. A su importante tarea asistencial de atención a los pacientes, también hay que sumarle la intensa labor investigadora y de desarrollo de nuevos procedimientos para poder controlar mejor estas patologías. En España existe la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), reconocida desde 1955, una prestigiosa agrupación de expertos cuyo objetivo es velar por el nivel investigador y profesional de todos los hematólogos de España en beneficio de los enfermos.

¿Qué es un linfoma?

El linfoma se confunde muchas veces con la leucemia, aunque son dos tipos de cáncer distintos. Mientras que la leucemia se inicia en la médula ósea, el linfoma se origina en el sistema linfático. Entre otras cosas, el sistema linfático se encarga de formar y activar los linfocitos, un tipo de glóbulos blancos esenciales para el sistema inmunitario. Por lo tanto, aunque una leucemia también pueda afectar a células linfoides, se diferenciará según si el origen está en la médula ósea o en el sistema linfático.

Los linfomas muchas veces se originan en los ganglios linfáticos, unas estructuras que se sitúan a lo largo de todo el sistema linfático y que juegan un papel clave en la respuesta inmunitaria. Igual que en las leucemias, cuando los linfocitos son anormales no realizan correctamente su función, la de proteger al organismo contra los agentes infecciosos.

Normalmente las personas que tienen linfomas se detectan un bulto en las axilas, las ingles o el cuello, que son los lugares donde tenemos ganglios linfáticos.

Existen dos tipos principales de linfoma:

  • Linfoma de Hodgkin: es un tipo de linfoma muy particular y poco frecuente. No se conoce bien la causa, pero se cree que puede ser debido a un virus. Suele empezar en un ganglio linfático y puede propagarse a otros ganglios próximos. Es de propagación lenta y no suele pasar a la sangre.
  • Linfoma no Hodgkin: se denomina así a todos los linfomas que no son de Hodgkin. Se produce por el crecimiento anormal de los linfocitos y puede propagarse con facilidad a cualquier parte del cuerpo.

La línea Kern Pharma Biologics, con el objetivo de que los pacientes sea sientan acompañados y apoyados, ha puesto en marcha la iniciativa “Linfoma, ¿y ahora qué?”, una plataforma que pone a disposición de los pacientes y sus familiares información útil y fiable sobre el linfoma. En esta página, se pueden encontrar publicaciones mensuales sobre los temas que más preocupan, las dudas del día a día y los retos a los que deben enfrentarse los pacientes.

Estar bien informado, ayuda a los pacientes a convivir con la enfermedad. ¡Infórmate!