El miedo a volar: por qué pasa y cómo gestionarlo
07/29/2025
Viajar en avión puede ser una experiencia emocionante… o todo lo contrario. Para muchas personas, subirse a un avión supone enfrentarse a una fuente de ansiedad difícil de controlar. Si este es tu caso, no estás solo: se estima que entre un 25% y un 40% de los pasajeros experimentan algún grado de miedo a volar. Afortunadamente, saber que la aviación comercial es uno de los medios de transporte más seguros del mundo puede ayudarte a poner ese temor en perspectiva.
En este artículo te explicamos por qué ocurre, qué puedes hacer para gestionarlo y cómo prepararte para que tu próximo vuelo sea más tranquilo.
¿Por qué sentimos el miedo a volar?
El miedo a volar, también conocido como aerofobia, no siempre tiene una única causa. A menudo es una combinación de factores:
- Sensación de falta de control: no saber exactamente qué está pasando o depender completamente de otras personas puede generar ansiedad e inseguridad.
- Desconocimiento: No entender cómo funciona un avión o qué significan ciertos ruidos puede aumentar la ansiedad.
- Experiencias previas: Un vuelo turbulento o una noticia impactante pueden dejar huella.
- Otros miedos asociados: Como el miedo a las alturas, a los espacios cerrados o incluso a las multitudes.
¿Qué puedes hacer para gestionarlo?
Aunque el miedo no desaparece de un día para otro, hay estrategias que pueden ayudarte a volar con más tranquilidad:
- Infórmate: Conocer cómo funciona un avión, por qué se producen las turbulencias o cómo se garantiza la seguridad aérea puede ayudarte a racionalizar el miedo.
- Evita los estímulos negativos: Antes de volar, evita ver noticias sobre accidentes o películas catastróficas. Tu mente necesita calma, no más motivos para preocuparse.
- Respira y relájate: Técnicas como la respiración profunda, la meditación o el mindfulness pueden ayudarte a reducir la ansiedad antes y durante el vuelo.
- Habla con un/a especialista: En algunos casos, puede ser útil contar con apoyo profesional, ya sea desde el acompañamiento psicológico o farmacológico. Si ves que no consigues salir del bucle, consulta con un profesional sanitario para recibir la ayuda adicional que necesitas para gestionar los síntomas del miedo.
- Elige bien tu asiento: A veces, pequeños detalles marcan la diferencia. Sentarte en el pasillo, cerca de las alas o en una zona con menos movimiento puede ayudarte a sentirte más cómodo.
Aunque el miedo a volar puede parecer irracional, es completamente válido y más común de lo que imaginas. La buena noticia es que, con preparación y apoyo, es posible gestionarlo. Además, como hemos comentado, tener presente que la aviación comercial se considera uno de los medios de transporte más seguros del mundo puede ayudarte a poner el miedo en perspectiva. Los aviones pasan por controles exhaustivos y los pilotos están altamente entrenados para cualquier situación. Saberlo no elimina el miedo, pero puede ayudarte a enfrentarlo con más confianza.
Prepararte mental y emocionalmente para el vuelo es una forma más de cuidarte. Igual que haces la maleta o revisas tu botiquín antes de viajar, dedicar un momento a tu bienestar emocional también forma parte del viaje. Y si sientes que no puedes hacerlo solo, recuerda que también puedes contar con el acompañamiento de profesionales de la salud, como psicólogos o psiquiatras, que pueden ayudarte a trabajar este miedo de forma personalizada y efectiva.