Cómo combatir el dolor de espalda

12/03/2020
¡Ay, qué dolor de espalda!

Es casi seguro que en algún momento de tu vida hayas sentido un dolor de espalda. No te preocupes no eres la excepción: el 80% de la población lo sufrirá, sobre todo las mujeres y aquellas personas que van entrando en la tercera edad. Igualmente, el dolor de espalda aparece en todas las edades, con mayor preponderancia entre los 45 y 59 años. Es el primer problema de salud crónico en el país: a un 18,6% de los españoles les duele la espalda.

Este tipo de dolor repercute en la calidad de vida de quienes lo padecen, ya que más de la mitad de las personas con dolor intenso redujeron o limitaron sus actividades cotidianas. Incluso, casi el 40% se ausentó de su puesto de trabajo. Además, el dolor de espalda puede acarrear otros problemas como dificultades en el sueño, ansiedad y depresión.

La principal causa de este tipo de dolor se debe a problemas osteoarticulares (41 %) y factores profesionales (19%). En general, el dolor de espalda suele ser una afección benigna y se define como el dolor que se siente en la parte posterior del tronco. La zona lumbar es la más afectada (70% de los casos).

El origen del dolor de espalda se encuentra en lesiones, alteraciones o disfunciones de las partes de la columna vertebral, que incluyen tanto estructuras neurales (médula, raíces y plexos nerviosos) como musculoesqueléticas y articulares. Los especialistas suelen clasificar al dolor en:

  • Agudo: cuando dura menos de 6 semanas.
  • Subagudo: si dura entre 6 semanas y 3 meses.
  • Crónico: el que se prolonga durante más de 3 meses. Si ocurren más de tres eventos de dolor en un año, el dolor se considera crónico.
  • Recurrente: si se producen episodios agudos sucesivos separados por periodos libres de síntomas de 3 meses de duración.

Dolores de espalda según la zona

Por su parte, la zona de la espalda en la que se ubica el dolor es muy importante y cambia sus características. No es lo mismo el dolor en la parte alta que en la baja.

  1. Cervical: es el que está localizado en la columna cervical y puede irradiarse a hombros, brazos y espalda. Se estima que un 30-40% de la población padecerá este tipo de dolor. La tortícolis es una de las causas más comunes que genera cervicalgia. Puede provocar dolores de cabeza.
  2. Dorsal: generalmente es producto de una mala posición o de sobreesfuerzos. Puede aparecer como un dolor moderado que se exacerba con el movimiento.
  3. Lumbar: es la localización más común del dolor de espalda. La contractura muscular es la causa principal y suele estar relacionada con el trabajo, estrés, actividades deportivas o a un sobreesfuerzo. Si el dolor llega a las piernas, entonces puede haber alguna compresión en algún nervio de la columna vertebral (comúnmente llamado dolor ciático).

Tratamiento farmacológico

En el tratamiento del dolor de espalda tenemos varias alternativas entre medicamentos que no necesitan prescripción médica. En el caso de los dolores de espalda derivados de artrosis, lo recomendable es consultar con el médico traumatólogo sobre qué medicamento es el adecuado.

Paracetamol

Es un fármaco analgésico y antipirérico con una acción antiinflamatoria muy débil. Es la primera opción de tratamiento. Además, puede utilizarse en personas embarazadas y en el periodo de lactancia. La posología puede ser de 500-1.000 mg/6-8 h en adultos. La dosis máxima diaria en adultos es de 3 g/día. Está totalmente contraindicada en pacientes con problemas hepáticos.

Ibuprofeno

Este fármaco pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos. El tratamiento será más o menos intenso según el dolor que presente el paciente y más o menos largo según el tiempo que persista el dolor. Este fármaco no está recomendado en personas con úlcera gastroduodenal. La posología recomendada es de 400 mg cada 8 h.

AINE tópicos

Dentro de este grupo nos encontramos sin receta productos como el ibuprofeno, el

Diclofenaco y el Etofenamato. Estos fármacos presentan una acción antiinflamatoria local. En general, todos los fármacos de este grupo son bien tolerados por los pacientes. Se presentan en tres formatos distintos: gel, crema y espray. Se aplicarán tres veces al día sobre la zona dolorida realizando un masaje. La duración del tratamiento se ajustará al tiempo que persista el dolor.

Capsaicina:

La capsaicina es otro analgésico local que disminuye la actividad de las neuronas sensitivas y bloquea la transmisión del dolor. Gracias a su acción produce un alivio sintomático de los dolores musculares y articulares en una zona localizada de nuestro cuerpo.

 

Complejos vitamínicos del grupo B

Las vitaminas B1, B6 y B12 participan en el metabolismo de neurotransmisores y en la síntesis de mielina, inhibiendo la transmisión medular del estímulo doloroso. Se utilizan en combinación con antiinflamatorios proporcionando mayor alivio del dolor, mejorando la movilidad y consiguiendo una recuperación más temprana.

Tratamiento no farmacológico

  • Fajas: Son utilizadas para el control y alivio de una lesión ubicada desde la zona dorsal hasta la zona sacra. Su función es estabilizar la columna vertebral, limitar el movimiento, proporcionar un efecto de descarga mecánica de la columna vertebral para disminuir la presión sobre los discos intervertebrales y proporcionar calor y masaje.
  • Terapia frío-calor: La crioterapia es recomendable como tratamiento en las primeras 24- 48 horas desde la lesión ya que desinflama y alivia. El calor está indicado en el tratamiento crónico por su efecto calmante y relajante: disminuye la rigidez muscular o la contractura.
  • Tratamiento rehabilitador: Los masajes realizados por un especialista también contribuyen a la mejoría del dolor de espalda. Es mejor el movimiento controlado que el reposo para fortalecer la musculatura de la espalda.

Prevención

Las nuevas costumbres laborales y hábitos sedentarios y poco saludables conspiran contra la salud de nuestra espalda. Es por ello por lo que hay que tomar recaudos para no sobrecargarla de estrés y no abusar de las malas posturas. Es natural que cuanto más pasan los años, el cuerpo se vaya deteriorando, pero existen acciones preventivas que pueden ayudar a retrasar el natural paso del tiempo. Sigue estos consejos para evitar o disminuir el dolor de espalda:

  1. Dile no al reposo. El ejercicio liviano ayuda a la recuperación.
  2. Baja el estrés. Utiliza técnicas de relajación y respiración consciente.
  3. Duerme bien. Un buen descanso contribuye a bajar el estrés. Trata de dormir de lado o boca arriba y utiliza un cojín entre las rodillas.
  4. Consume legumbres, cereales y productos de origen animal. Para suministrar al organismo vitaminas del grupo B. Son cofactores de diversos procesos del organismo, además han demostrado ser efectivas en la reducción del dolor de espalda de cualquier tipo.
  5. Controla tu peso. Tus vértebras y articulaciones te lo agradecerán.
  6. Buena postura en el trabajo. Si trabajas sentado, debes seleccionar una silla confortable que asegure el correcto apoyo de la espalda y una mesa con una altura adecuada, así evitarás trabajar con la espalda encorvada.