Epilepsia ¿qué es y cómo se trata?

21/01/2020

Ninguna enfermedad ha sido interpretada a lo largo de la historia de forma tan variada como la epilepsia: castigo de los dioses, enfermedad sagrada, mal causado por las fases de la luna... Si alguna vez has contemplado una crisis epiléptica, te será fácil comprender el motivo de tanta fascinación.

Afortunadamente, ya hemos superado esa época y, sin embargo, sigue existiendo mucho desconocimiento en torno a ella: ¿puede tragarse la lengua durante una crisis? ¿Cómo actuar si alguien tiene una? Te explicamos un poco más sobre esta enfermedad que afecta a unas 200.000 personas en España, según la Fundación Española de Enfermedades Neurológicas.

¿Qué es la epilepsia?

La epilepsia es una enfermedad que se caracteriza por crisis epilépticas repetidas. Estas se deben a que un grupo de neuronas (células del cerebro) producen descargas eléctricas sin control. ¿Te has fijado en que hemos dicho repetidas? Esto es porque una única crisis aislada no se considera epilepsia.

Según la causa y la zona del cerebro afectada, las crisis —que también se llaman ataques— pueden ser de diversos tipos. . En las crisis de “grand–mal”, las más conocidas, son típicas las convulsiones, movimientos involuntarios que afectan al cuerpo entero o solo a una parte. A veces la persona pierde el conocimiento y cuando se recupera no recuerda nada.

Otro tipo de crisis son las ausencias, o crisi de “petit-mal”, en las cuales la persona desconecta de su entorno, parece que está en otro mundo y no responde. Otras veces simplemente presenta un comportamiento extraño.

Hay pacientes que se dan cuenta de que van a tener una crisis porque notan una sensación extraña, un hormigueo, un olor raro que en realidad no existe... Esta «premonición» se conoce como aura.

Los ataques suelen ser breves, de dos o tres minutos. Rara vez duran más tiempo, pero si lo hacen es lo que se llama status epilepticus (estado epiléptico): son difíciles de controlar y pueden llegar a causar daño neurológico, por lo que es necesario llamar al servicio de urgencias.

¿Cuáles son las causas?

Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente en ancianos y niños. La epilepsia más común es la idiopática, es decir, aquella en la que no se identifica la causa. También se puede producir por la falta de riego en el cerebro, infecciones, traumatismos o tumores cerebrales, abstinencia de drogas, factores genéticos; etc.

A su vez, múltiples factores pueden desencadenar una crisis: fiebre, ejercicio físico intenso, estímulos luminosos intermitentes como ver la televisión, dormir poco, alcohol, drogas, fármacos, cafeína, estrés, menstruación... y, el más frecuente, olvidarse de tomar la medicación.

¿Cómo se diagnostica?

Además de realizar un cuestionario médico, una exploración física detallada y un análisis de sangre, el neurólogo pedirá un electroencefalograma. Esta prueba sirve para investigar la actividad eléctrica del cerebro, que en las personas epilépticas suele ser anormal en alguna zona. También se realizan pruebas de imagen, como una resonancia magnética nuclear (RMN) o una tomografía axial computarizada (TAC).

¿Cómo se trata?

Las posibilidades de tratamiento de la epilepsia son la medicación y la cirugía. La mayoría de las veces, lo que se aplica es una combinación de las dos o de las tres modalidades. 

Medicamentos

Existen gran variedad de fármacos antiepilépticos. El médico elegirá uno u otro o combinar varios en función del tipo de epilepsia, de la edad de la persona y de los efectos adversos. 

La medicación para la epilepsia tiene una condición muy importante. Más que en ningún otro caso, se deben seguir al detalle las instrucciones que dé el médico, referentes a cómo tomar los fármacos, el momento del día, acompañados de la ingestión de alimentos o no... 

La elección de otros medicamentos y sus dosis se tienen que ir ajustando a las condiciones de cada persona afectada. Se considera que el paciente "está curado" de las crisis convulsivas cuando se ha logrado un control completo de las crisis durante un período mayor de 2 años.

Cirugía

La intervención en quirófano es otra alternativa de tratamiento, pero solo se en casos muy concretos. El objetivo de la operación es quitar la parte de tejido cerebral que esté dañada para que los ataques no se sigan produciendo. 
 

¿Cómo actuar si alguien tiene una crisis?

Ante una crisis epiléptica, aunque siempre resulta difícil, lo más importante es mantener la calma. Al aplicar correctamente las medidas de primeros auxilios durante una crisis podemos evitar complicaciones al paciente. Por eso, sigue estas indicaciones:

  1. Para que la persona no se lesione, despeja el área y ponle algo blando bajo la cabeza, como una chaqueta.
  2. Aflójale la ropa, sobre todo alrededor del cuello, y quítale las gafas, si es que tiene.
  3. Colócala de lado, en posición lateral de seguridad.
  4. Nunca introduzcas nada en la boca de una persona con una crisis epiléptica. No se tragará la lengua, como mucho se la morderá, pero meterle objetos en la boca es peligroso pues puede ahogarla.
  5. Tampoco trates de hacerle el boca a boca, aunque te parezca que no respira, ni de inmovilizarla por la fuerza. Los ruidos se deben a la falta de coordinación de la respiración y al aumento de secreciones.
  6. No le dejes solo en ningún momento y espera a que la crisis termine. Cuando lo haga, déjalo descansar hasta que se recupere y comprueba que, poco a poco, vuelve a la normalidad.

Para terminar, queremos hacer hincapié en que la mayoría de las personas con epilepsia no sufren ataques si toman la medicación y, excepto algunas limitaciones —como practicar deportes de riesgo o ejercer algunas profesiones, como la de piloto— pueden llevar una vida completamente normal.