Heridas: tratamiento y mitos

08/09/2016
Heridas: cómo tratarlas y mitos

¿Quién no se ha hecho una herida alguna vez? ¿Sabes cómo actuar cuando alguien a tu alrededor se hace una? ¿Eres de los que prefieren los remedios caseros para curarlas? Aquí te explicamos cómo proceder ante heridas agudas –es decir, aquellas que duran poco tiempo y que incluso pueden curarse por sí mismas- y desmontamos algunas falsas creencias.

¿Cómo tratar una herida?

Los pasos son los siguientes:

  1. Valora la gravedad y decide si puedes curarla en casa o debes acudir a un centro sanitario. En caso de que puedas curarla tú mismo, sigue los pasos que detallamos a continuación:
  2. Lávate las manos.
  3. Limpia la herida para eliminar los gérmenes y los cuerpos extraños que pueden retrasar la curación. Puedes usar agua templada (el frío ralentiza la cicatrización) y jabón neutro, o suero fisiológico. Es mejor evitar el chorro a presión, para no dañar más la piel. Seca con una gasa estéril o, en su defecto, una toalla limpia, sin frotar. No utilices algodón: puede pegarse a la herida y dejar restos.
  4. Si la herida sangra, presiona con una gasa seca hasta que pare.
  5. Aplica un antiséptico para prevenir la infección. Cuando una herida se infecta cicatriza mucho más lentamente. ¡Ojo! Antes de utilizar un antiséptico debes asegurarte de que la persona a la que se lo aplicas no sea alérgica.

Los antisépticos son productos químicos que destruyen los microorganismos. Hay varios en el mercado, como el agua oxigenada, la clorhexidina, la povidona yodada y el alcohol al 70%. El agua oxigenada se utiliza para heridas con sangrado y para detener las hemorragias nasales. En caso de heridas abiertas, debemos utilizar la clorhexidina o la povidona yodada, este último es uno de los productos más comunes y que se usa también para heridas quirúrgicas y las úlceras. Por último, el alcohol es útil para desinfectar la piel sana, pero no debe usarse en las heridas abiertas.

Ten en cuenta: no debes emplear los antisépticos durante más de 2 o 3 días. Para que no se contaminen, hay que cerrar bien los envases, evitar que toquen la piel, respetar la fecha de caducidad y, una vez abiertos, desecharlos a los 7 días, en el caso de la clorhexidina, y a los 30 días, la povidona yodada. Es preferible utilizar envases monodosis.

  1. Cubre la herida. La Sociedad Española de Heridas advierte de que las heridas al aire no sanan mejor y recomienda los apósitos de cura en ambiente húmedo, que disminuyen el riesgo de infección, alivian el dolor y evitan que se forme costra (al contrario de lo que se cree, la costra retrasa la cicatrización). Existen varios tipos, como los hidrocoloides o los hidrogeles. Se pueden dejar puestos varios días, según las instrucciones del fabricante.
  2. Si es necesario, trata el dolor con algún analgésico.
  3. Los días siguientes vigila la herida. Si te duele, notas el pulso en la herida, supura o la piel de alrededor se pone roja y caliente ve a un centro de salud, porque podría significar que está infectada.

Mitos

  • El azúcar en las heridas tiene poder antibacteriano, pero puede causar microsangrados. Al principio puede producir escozor y abundante secreción, y precisa cambios frecuentes de apósito. Aunque tiene sus defensores, la existencia de alternativas más eficaces, como la povidona yodada o la clorhexidina, hace poco recomendable su utilización.
  • Diversos estudios han investigado el efecto de la miel sobre las heridas. Aunque parece que las cicatriza más rápido que varios apósitos, los resultados no son lo suficientemente consistentes como para recomendarla.
  • No existen pruebas de que el uso de aloe vera sobre la herida abierta sea beneficioso, aunque sí resulta positivo para curar algunos tipos de quemaduras y úlceras (además de tener múltiples ventajas sobre la piel intacta).
  • No hay evidencia de que otros remedios caseros como el barro, utilizado para las picaduras de insectos, o la pasta de dientes, muy usada para tratar las quemaduras, sean útiles. El barro, aunque alivia el dolor, puede provocar una sobreinfección bacteriana de la herida y, en el caso de la pasta de dientes, su uso está desaconsejado porque puede provocar una mayor irritación de la quemadura.
  • El sol no es conveniente, pues puede inflamar la herida y pigmentar la piel. Se recomienda aplicar siempre protector solar en la cicatriz.
  • No es bueno soplar ni aplicar saliva sobre la herida, ya que podemos facilitar la presencia de bacterias.

 

¡Esperamos que estos consejos te resulten útiles!