¿Alergia o intolerancia alimentaria? Distínguelas y detéctalas

23/02/2017

Leche sin lactosa, pan sin gluten, bizcocho sin huevo... ¿Te suena? Los supermercados están llenos de productos que especifican los ingredientes que no contienen. Existen tiendas especializadas en este tipo de alimentos y cada vez más restaurantes ofertan platos libres de alérgenos. Esto se debe a que el porcentaje de personas alérgicas e intolerantes a algún alimento ha aumentado: alrededor de un 5-8 % de los niños y hasta un 3,6 % de los adultos tiene alergia a algún alimento, y las intolerancias son de 5 a 10 veces más frecuentes.1

Algunos de los síntomas de la intolerancia y de la alergia alimentaria son similares, pero las diferencias entre ambas son muy importantes. Por ejemplo, si comes un alimento al que eres intolerante, probablemente te siente mal. Pero si realmente tienes una alergia, la reacción de tu cuerpo podría llegar a poner en peligro tu vida incluso con cantidades de alimento muy pequeñas.

 

¿Cuáles son las causas?

Las alergias alimentarias se producen por una respuesta anormal del sistema inmunitario frente a un alimento. Nuestro cuerpo interpreta que es «enemigo» y crea defensas (entre otras, el anticuerpo denominado inmunoglobulina E) para protegerse. Cuando el organismo entra en contacto con el alimento, no solo por ingerirlo, sino a veces también por tocarlo o inhalar sus vapores, esas defensas se activan y liberan histamina y otras sustancias, que producen los síntomas de la reacción alérgica. Los alimentos que con más frecuencia causan alergias son el huevo, la leche, los frutos secos, el marisco, el pescado, la soja y el trigo.2

La causa más frecuente de intolerancia es la carencia de alguna enzima específica; estas son proteínas que ayudan al sistema digestivo a digerir los alimentos. Por ejemplo, la intolerancia a la lactosa, un tipo de azúcar presente en la leche, se produce por una deficiencia de lactasa, la enzima que la digiere.

 

¿Qué síntomas producen?

La alergia puede manifestarse por diversos síntomas:

  • Gastrointestinales: diarrea, dolor abdominal, náuseas, vómitos.
  • Cutáneos: hinchazón, picores, ronchas rojas, empeoramiento de la dermatitis atópica.
  • Respiratorios: inflamación de la garganta o la nariz, asma, tos.
  • Anafilaxia: es la reacción más grave y afecta a todo el cuerpo. Poco después de comer el alimento la persona nota dificultad para respirar y tragar, silbidos y opresión en el pecho, ansiedad... Puede llevar a la muerte si no se trata a tiempo con adrenalina.

Las intolerancias producen sobre todo síntomas digestivos (aunque también cutáneos, respiratorios, musculares...), más insidiosos y leves que los de las alergias. Al contrario que en las alergias, en las que los síntomas suelen presentarse al poco de entrar en contacto con el alimento, en las intolerancias pueden pasar días hasta que se manifieste algún signo.

 

¿Cómo se detectan?

En caso de sospecha, hay varios procedimientos que se pueden realizar. Si sospechas que puedes tener una alergia alimentaria, tu médico podrá realizar diferentes pruebas:

  • Hacer un análisis de sangre para evaluar si en la sangre de la persona hay una cantidad elevada de inmunoglobulina E específica contra algún alimento determinado.
  • Realizar una prueba cutánea, que consiste en aplicar una gota del alimento en la cara anterior del antebrazo y observar si causa reacción.
  • Retirar el alimento sospechoso de la dieta durante varias semanas y comprobar si se resuelven los síntomas. Esto es válido también para las intolerancias.

 

Las intolerancias por deficiencia de enzimas se detectan mediante pruebas específicas para esa intolerancia en concreto. La Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) desaconseja los test de intolerancia basados en análisis de sangre, pues carecen de aval científico.

 

¿Cómo se tratan?

En caso de confirmarse la alergia, debes retirar de tu dieta por completo el alimento al que eres alérgico, ya que incluso mínimas cantidades pueden desencadenar la reacción. El hecho de que una determinada reacción haya sido leve no significa que la siguiente no pueda ser grave, por lo que debes consultar con tu médico en caso de sospecha. Además, algunas de las alergias de la infancia pueden desaparecer al crecer el niño.

En otros casos, el médico puede prescribir tratamientos de desensibilización, es decir, introducir cantidades cada vez mayores de alimento para que el cuerpo se acostumbre.

La intolerancia, por su parte, también se trata retirando el alimento. Sin embargo, el grado de intolerancia varía entre las personas, por lo que a veces, si es leve, pueden tomarse pequeñas cantidades de alimento. Por ejemplo, hay intolerantes a la lactosa que deben retirarla incluso de los medicamentos que toman, mientras que otras pueden tolerar cantidades pequeñas.

En Kern Pharma estamos muy sensibilizados con esta problemática y ninguno de nuestros medicamentos contiene gluten entre sus excipientes. Para consultar la presencia de otros alérgenos, se puede mirar el etiquetado, la información que acompaña al producto o llamar a nuestro teléfono de Atención al Cliente (+34 93 700 25 25).

No olvides consultar con tu médico si crees que puedes tener alguna alergia o intolerancia, y si sospechas de alguna reacción después de tomar alguno de nuestros productos, puedes ponerte en contacto con nuestra área de Farmacovigilancia.

1 Zugasti Murillo A. Intolerancia alimentaria. Endocrinol Nutr. 2009; 56(5):241-50

2 Villamarín EA, Sánchez N. Alergia alimentaria. Revista Gastrohnup. 2010; 12(3) Supl 1: S27-S34