Obesidad infantil: cómo prevenirla y potenciar unos buenos hábitos alimenticios para tus hijos

03/10/2022

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, desde el año 1975 la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo. Son especialmente alarmantes las cifras de obesidad infantil. En los países desarrollados, la prevalencia de sobrepeso y obesidad entre niños en edad preescolar supera el 30%. ¿Es posible revertir estas cifras? ¿Cómo podemos prevenir la obesidad infantil?   

Una cuestión de hábitos 

Hay principalmente dos razones que explican el incremento de niños con obesidad.  

Una de las explicaciones de la obesidad infantil es el aumento de la ingesta de alimentos muy calóricos, con exceso de grasas y azúcares.  La segunda es un descenso en la actividad física debido a la expansión de un estilo de vida cada vez más sedentario. Las limitaciones sufridas en los últimos años por la pandemia de COVID-19 han favorecido asimismo la inactividad física. Los cambios en los hábitos alimentarios y de actividad física también pueden deberse, en palabras de la OMS, a la falta de políticas de apoyo en sectores como la educación

Estas causas interactúan con factores genéticos. Además, algunas enfermedades como el hipotiroidismo o el déficit de hormona de crecimiento confieren una tendencia a la obesidad.  

Los datos de obesidad infantil en España 

España es el tercer país en toda Europa con mayor prevalencia de obesidad infantil (14,2%), después de Italia (15,2%) y de Grecia (18%). Estos porcentajes aumentan año tras año, algo que preocupa a los pediatras porque, durante la infancia, los niños fijan hábitos de consumo.  

La obesidad infantil es un factor de riesgo para la aparición de enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial. También favorece la aparición de trastornos osteoarticulares, trastornos psicoemocionales (por una baja autoestima) y trastornos pulmonares como asma o apnea del sueño.  

4 recomendaciones para prevenir la obesidad infantil 

A continuación, compartimos cuatro consejos para prevenir la obesidad infantil centrados en la alimentación de los niños y sus hábitos de vida. 

  • La Organización Mundial de la Salud defiende que hay que ofrecer a los niños un plan de alimentación balanceado. Este plan cubrirá sus necesidades energéticas, asegurará el desarrollo y crecimiento adecuados y proveerá los minerales y vitaminas necesarios para evitar enfermedades como el raquitismo o la anemia ferropénica. La dieta tiene que incluir carnes, leche y derivados, huevo, verduras y frutas con el agregado de proveedores de energía como son los cereales y el aceite. La fruta debe consumirse preferiblemente entera, sin abusar de los zumos. Las bebidas azucaradas no son recomendables en una dieta infantil.  

  • La actividad física periódica es muy importante para prevenir la obesidad. Los niños y adolescentes que hacen deporte de forma regular presentan menos grasa corporal y huesos más fuertes. Aparte, la actividad física habitual también reduce el riesgo de padecer otras enfermedades como la depresión. Por todo esto, se recomienda que los niños desarrollen al menos 60 minutos de actividad física todos los días. La actividad física debería ser principalmente aeróbica. Pero, como mínimo tres veces a la semana, deberían practicarse ejercicios que refuercen los músculos y los huesos. 

  • Es imprescindible reducir el tiempo que pasan los niños con su teléfono móvil, tablet, ordenador o videoconsola. Los niños españoles pasan de media cuatro horas diarias conectados a pantallas fuera de las aulas. Según un estudio de Qustodio, un 47% de los padres considera que la actividad física de sus hijos se ve afectada. Además, un 36% cree que el abuso del tiempo de pantalla aísla a los pequeños. Los pediatras recomiendan establecer horarios libres de tecnología en el hogar. Por ejemplo, evitando el uso de móviles durante los momentos en familia, en comidas, en el tiempo dedicado a los deberes o en los viajes en coche.  

  • El abuso de las pantallas afecta asimismo al sueño de los niños. Los resultados de Qustodio esgrimen que al menos un 20% de los niños en España padece problemas de sueño por esta razón. Es fundamental cargar los dispositivos fuera de la habitación y establecer un toque de queda para su uso. Dormir bien es clave para prevenir la diabetes tipo 2, las lesiones, una mala salud mental, problemas de comportamiento y la obesidad. Un sueño inadecuado puede hacerles comer más y ser físicamente menos activos. La OMS recomienda que los niños de entre seis y doce años duerman una media de 11 horas diarias. También es importante respetar los horarios de sueño incluso durante los fines de semana.