Vuelta al cole: 5 hábitos para fortalecer el sistema inmunológico de los niños

09/09/2025

La vuelta al cole es sinónimo de reencuentros, rutinas… y también a una mayor exposición a virus e infecciones. Con el inicio del curso, los niños están más expuestos a contagios, y su sistema inmunológico necesita estar preparado. ¿Cómo podemos ayudarles a reforzarlo de forma natural? 

Aquí van cinco hábitos sencillos que pueden marcar la diferencia: 

  1. Nutrición: el combustible para las defensas 

Una dieta variada no solo es clave para el crecimiento infantil, sino que constituye la base sobre la que se construye un sistema inmunológico fuerte. Para ir más allá del simple concepto de “comer sano”, es importante centrarse en los nutrientes que realmente marcan la diferencia. 

La vitamina C y el zinc son dos protagonistas esenciales. La vitamina C, presente en alimentos como cítricos, fresas, pimientos y brócoli, actúa como un potente antioxidante y es fundamental para la producción de glóbulos blancos. Por su parte, el zinc, que se encuentra en legumbres, frutos secos, carne y cereales integrales, es vital para el desarrollo y funcionamiento de las células inmunes. 

También hay que prestar atención a la salud intestinal, ya que el 70% de las células inmunes residen en el intestino. Una alimentación rica en fibra, como frutas, verduras y legumbres, junto con probióticos presentes en el yogur o el kéfir, ayuda a mantener un equilibrio saludable en la microbiota intestinal, reforzando así la respuesta inmunitaria del cuerpo. Además, estos hábitos alimenticios contribuyen a prevenir problemas como la obesidad infantil. 

 

  1. Descanso y sueño reparador: la recarga del sistema inmune 

El sueño cumple una función biológica esencial, especialmente en la infancia. Durante las fases de sueño profundo, el cuerpo de los niños produce y libera citoquinas, unas proteínas que actúan como mensajeros del sistema inmunológico, ayudando a combatir infecciones e inflamaciones. 

Por eso, la Asociación Española de Pediatría (AEPap) insiste en que los niños en edad escolar, entre los 6 y los 12 años, necesitan entre 9 y 12 horas de sueño de calidad cada noche. Para lograrlo, es clave establecer una rutina: mantener horarios fijos para acostarse y levantarse, reducir el tiempo frente a pantallas antes de dormir y crear un ambiente oscuro y tranquilo que favorezca un descanso reparador. 

 

  1. Movimiento diario 

La actividad física regular no es solo cosa de músculos; es un estímulo directo para el sistema inmunológico. Cuando un niño se mueve, el aumento de la circulación sanguínea y linfática permite que las células de defensa, como los glóbulos blancos, se desplacen de forma más eficiente por todo el cuerpo. Esto les ayuda a detectar y neutralizar virus y bacterias con mayor rapidez.  

Así, una simple carrera o un juego al aire libre se convierte en una rutina que fortalece las barreras del cuerpo de forma integral. Si tu hijo experimenta molestias durante el crecimiento, en este artículo sobre el dolor de crecimiento en niños te damos consejos útiles para tratarlas. 

 

  1. Higiene de manos: el escudo más simple y eficaz 

Lavarse las manos es, sin duda, la medida más efectiva para prevenir la propagación de gérmenes. Actúa como la primera barrera física frente a virus y bacterias, pero el verdadero reto está en convertir este gesto en un hábito cotidiano. Para lograrlo, es fundamental enseñar el "cómo".  

Es importante mostrar a los niños cómo frotarse bien las palmas, los dorsos, entre los dedos y debajo de las uñas, utilizando agua y jabón durante al menos 20 segundos. Además, hay momentos clave en los que este hábito debe reforzarse, como al llegar a casa, antes de comer y después de estornudar, toser o ir al baño.  

 

  1. Contacto con la naturaleza: el entrenamiento del sistema inmune 

El contacto frecuente con la naturaleza puede ser un gran aliado para el sistema inmunológico en la infancia. Permitir que los niños jueguen, exploren y pasen tiempo en entornos naturales les expone a una mayor diversidad de microorganismos presentes en el suelo, las plantas y el aire libre. Esta exposición ayuda a que su sistema inmune se entrene y responda mejor ante virus o bacterias.  

Además, estar al aire libre favorece el movimiento y la actividad física, y la exposición moderada al sol permite que el cuerpo sintetice vitamina D, un nutriente esencial para el desarrollo óseo y la función inmunológica. 

Incluir momentos en parques, excursiones o simplemente juegos al aire libre en la rutina semanal puede ser una forma sencilla y efectiva de cuidar su salud desde pequeños. 

 

La vuelta al cole es una oportunidad para reforzar buenos hábitos que acompañen a los niños durante todo el año. Con una alimentación adecuada, descanso, higiene, movimiento y contacto con la naturaleza, sus defensas estarán listas para afrontar cualquier reto.  

Para entender mejor cómo funciona el sistema inmunológico y cómo reforzarlo, puedes consultar este artículo sobre el sistema inmune en niños y adultos.