5 medidas de autocuidado en salud mental frente a la COVID-19

16/03/2021

Se cumple un año de la irrupción de la pandemia del coronavirus. Un año que ha puesto a prueba nuestra resiliencia, nuestro ánimo y, también, nuestra salud mental pues nos hemos tenido que enfrentar a una situación de emergencia sanitaria como nunca antes habíamos vivido. La nueva normalidad del teletrabajo, del desempleo temporal o de la falta de contacto físico con nuestros seres queridos no ha sido fácil de adoptar. Requiere tiempo y mucha voluntad para adaptarse a ella y, por ello, es posible que genere sentimientos de preocupación, miedo, estrés y agotamiento que afecten a nuestra salud mental. ¿Qué podemos hacer para cuidarnos? Compartimos una serie de recomendaciones para proteger nuestra salud mental en tiempos de pandemia:

1. Mantenerse informado, pero controlar el tiempo de exposición a las pantallas

Para disipar la sensación de incertidumbre, es recomendable recurrir a fuentes de información oficiales para conocer la última hora de la COVID-19 en España, y en el mundo. El Ministerio de Sanidad de España y la Organización Mundial de la Salud son dos referentes de los que extraer información actualizada. Ahora bien, no debemos excedernos en nuestra exposición a noticias sobre el coronavirus, porque esto podría generarnos un estrés mayor. Debemos controlar el tiempo que pasamos frente a las pantallas, ya sea la televisión o las redes sociales, para evitar que aumente nuestra preocupación. Establece un momento concreto al día para ver las noticias y mantén este hábito a lo largo del tiempo.

2. Seguir una rutina

En un momento en el que ha cambiado por completo nuestra vida social y laboral, es importante tratar de mantener una rutina propia que dé sentido a nuestro día a día. Tener seguridad en lo que vendrá después nos ayuda a controlar el estrés y nos da confianza. Establece un horario habitual para ir a dormir, que asegure un buen descanso; reserva tiempo para practicar ejercicio, ya sea correr al aire libre o hacer deporte en casa; y, aunque teletrabajes, sé estricto en el horario de tu jornada laboral para poder también disponer de momentos de ocio y descanso. Seguir unas pautas regulares nos puede ayudar a sentir un mayor control de la situación, lo que reduce la ansiedad y el estrés.

3. Mantener el contacto social

En tiempos como estos es de vital importancia saber que no estamos solos. El distanciamiento social recomendado para evitar la propagación de la COVID-19 no debe resultar en un aislamiento social. Por eso, cuida de tus relaciones personales y busca momentos de conexión con tus seres queridos cada día. Una videollamada, un WhatsApp, una llamada de teléfono, un e-mail… la tecnología nos brinda muchas oportunidades para mantener el contacto social en tiempos de pandemia. Y es importante hacerlo por nuestra salud mental.

Tenlo en cuenta también de cara a tus mayores o aquellas personas que no tienen acceso a internet. En este caso, hay que tratar de realizar encuentros con todas las medidas de higiene y precaución (distancia social, mascarilla, al aire libre, grupos reducidos, etc.) para no dejar a nadie de lado en esta situación. Estrechar nuestros lazos sociales nos ayudará a mejorar nuestro estado de ánimo y a ver la vida con optimismo.

4. Buscar tiempo para distraerse y relajarse

Dentro de la rutina que establezcas, es necesario que busques tiempo también para distraerte y desconectar. Para reducir el estrés, hay quien utiliza técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación y prácticas como el yoga. Si no lo has probado, puede ser un buen momento para iniciarte. Si no te funciona, busca aquellas actividades que sí te hacen feliz y te permiten tener la mente ocupada y alejada de la actualidad del coronavirus. Cocina, jardinería, manualidades o ver tu serie favorita por enésima vez te ayudará a sentirte mejor y ver la parte positiva de una situación que nos está poniendo a prueba a todos.

5. No discriminar a nadie por temor a que pueda estar infectado

Por último, hay que vigilar que la situación no nos altere hasta el punto de que no sabemos cuidar de los demás. El miedo es una sensación habitual en una situación de incertidumbre como la provocada por la COVID-19 pero puede provocar que afecte a nuestro humor y resultemos hirientes con las personas de nuestro entorno. Por eso, siempre es importante recordar:

  • Ser amable. No hay que ser arisco por miedo de contagio, aunque sí prudente y respetar las medidas de distanciamiento social.
  • No discriminar a nadie por temor que esa persona pueda estar infectada por el coronavirus. Esto también incluye a los profesionales sanitarios, los trabajadores esenciales y demás personas que han estado y están en primera línea.

Además, es momento de prestar nuestra ayuda si podemos, sobre todo, a aquellos que más están sufriendo por esta situación, como la gente mayor o personas que ya padecen trastornos mentales, que se pueden agravar en este contexto. ¿Por qué no ofrecerte a hacerles la compra? ¿Por qué no dedicar un tiempo de tu jornada a charlar con ellos para ahuyentar su soledad? No solo les ayudarás a ellos, sino que esto también te permitirá reforzar tu sentimiento de pertenencia a la comunidad, lo que, sin duda, tendrá efectos positivos en tu salud mental.

Si siguiendo estas pautas, notas que el estrés te está superando, es momento de buscar ayuda. No debemos esperar que los problemas de salud mental desaparezcan por sí solos, pues es muy probable que esto solo provoque que empeoren. Existen recursos oficiales y gratuitos como teléfonos de apoyo en las diferentes ciudades de España con los que puedes contar. Por supuesto, si el estrés te impide llevar tu vida normal durante varios días, acude a tu médico de cabecera para solicitar ayuda de un profesional sanitario. Porque tan importante es cuidar de un problema físico, como de un problema mental, en tiempos de pandemia y siempre.